


La capitalización que en términos económicos y en maquinaria ha hecho la presente gestión de Gobierno, ha sido dirigida a restaurar la confianza y el estímulo a los agricultores, lo que redunda en un aumento de su rentabilidad. Las ejecutorias del Gobierno han permitido revertir la tendencia negativa del Producto Interno Bruto, que pasó de un 0.7 por ciento, en Septiembre del 2004, a un crecimiento sostenido de la agropecuaria, en el 2005.
El presidente sostuvo que pese al crecimiento y desarrollo experimentado por otros sectores como el turismo, bajo ninguna circunstancia el agropecuario ha dejado de jugar un rol protagónico en el desempeño de la economía de la nación. El mandatario citó que en la actualidad, el sector agrícola representa cerca del 11 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y el 20 por ciento de la generación de empleos en el país.
El administrador del Banco Agrícola, Paíno Abreu, también se pronuncio y precisó que el crecimiento del Producto Interno Bruto se debe, en gran medida, al fruto del trabajo agrícola. Tan evidente es el empeño de las autoridades por mantener el crecimiento experimentado por el sector agropecuario, que el Banco de Reservas y la Secretaría de Agricultura anunciaron la colocación de RD$3,000 millones para el financiamiento de la cosecha de arroz 2007-2008, RD$1,000 millones más de lo que se colocó en el 2006 en ese renglón de la producción.
Ese desarrollo se advierte, además, en términos de cooperación de otras naciones como Taiwán lo que ha permitido que el país se beneficie de los avances tecnológicos en la agropecuaria. Para impulsar el proceso de conversión y adecuación de la agropecuaria a los esquemas de libre comercio, el presidente ha puesto en manos de las autoridades agropecuarias importantes recursos que se han invertido en la ejecución de programas e importantes proyectos de producción. La seriedad y la transparencia con que han sido manejados esos recursos por parte de las autoridades agropecuarias han despertado el interés y la confianza de la banca comercial, que ha especializado recursos para financiar operaciones en ese sector, como el caso de la pignoración del arroz y otros rubros alimenticios.